Compensación económica en divorcio o concubinato: también aplica para hombres
En México, cada vez más personas descubren que la compensación económica no es exclusiva de las mujeres. Desde 2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dejó claro que puede solicitarla cualquiera de los dos, sin importar el género, siempre que exista un desequilibrio económico al terminar la relación.
En palabras simples: si durante el matrimonio o el concubinato una persona se dedicó principalmente al hogar o al cuidado de la familia, dejando a un lado su desarrollo profesional, tiene derecho a pedir una compensación.
En MR Abogados lo explicamos fácil: se trata de reconocer el valor del trabajo doméstico y de los cuidados, porque ese esfuerzo también construye patrimonio.
¿Qué es la compensación económica?
Es una cantidad de dinero que busca equilibrar la diferencia patrimonial que deja la ruptura.
No es una “repartición de bienes”, sino una forma de reconocer que una de las partes se sacrificó laboral o económicamente para sostener la familia.
El monto puede llegar hasta el 50% del valor de los bienes adquiridos durante la relación, pero el juez determina la cantidad según las circunstancias de cada caso.
¿Quién puede solicitarla?
Cualquiera de los dos.
La Corte eliminó la idea de que “solo las mujeres pueden pedirla”. Si un hombre asumió las tareas del hogar, redujo su jornada laboral o renunció a oportunidades por atender a su familia, también tiene derecho a reclamarla.
¿Cuándo se puede pedir?
Puede solicitarse:
- Durante el proceso de divorcio (si el matrimonio fue bajo separación de bienes).
- O en una demanda de controversia familiar, si la relación fue de concubinato.
El punto central es demostrar que hubo dedicación mayor al hogar y a los cuidados, y que eso provocó una desventaja económica frente al otro miembro de la pareja.
¿Qué toma en cuenta el juez?
- El tiempo de duración de la relación.
- Cómo se repartieron realmente las tareas del hogar y de cuidado.
- Si hubo hijos menores y quién se hizo cargo principalmente.
- Qué bienes, ingresos o ahorros tiene cada parte.
- Las oportunidades laborales o de desarrollo que se dejaron pasar.
¿Qué pruebas se pueden usar?
No siempre se necesitan documentos formales. Muchas veces la historia se demuestra con pruebas sencillas pero consistentes, como:
- Mensajes, correos, fotografías o registros escolares.
- Testimonios de familiares o personas cercanas.
- Recibos de gastos del hogar.
- Periodos sin cotizar en el trabajo o con ingresos menores.
Todo lo que muestre el esfuerzo constante en las labores domésticas o de cuidado ayuda a construir el caso.
Diferencias con la pensión alimenticia
La compensación económica no sustituye la pensión alimenticia.
La pensión busca cubrir necesidades actuales (por ejemplo, de los hijos), mientras que la compensación corrige el desequilibrio económico que dejó la separación.
Son figuras distintas, aunque pueden solicitarse en el mismo juicio.
Errores comunes
- Pensar que solo la mujer puede pedirla.
- Creer que si trabajaste un poco ya no aplica.
- No guardar pruebas cotidianas.
- Confundirla con la sociedad conyugal.
- No incluirla desde el inicio del proceso.
En resumen
La compensación económica reconoce el valor del trabajo invisible que sostiene a las familias.
Si al separarte quedaste en desventaja porque dedicaste años al hogar o al cuidado de los hijos, puedes solicitarla, sin importar si eres hombre o mujer.
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